Desde hace un par de años el término 4K se ha hecho popular, igual que lo han hecho otros relacionados con el vídeo y la imagen digital anteriormente. Recordaréis siglas como HD, DVD, TDT, HDR, y un largo etcétera. 👾
4K hace referencia a una resolución de imagen cuatro veces mayor que FullHD.
A pesar de no ser algo reciente, al aparecer pantallas que usan esta tecnología, ha aumentado el uso de este formato que parecía llegar muy poco a poco al público general. Los últimos móviles, TVs, monitores y cámaras de vídeo ya cuentan con posibilidad de grabar y reproducir contenidos en 4K. Entonces... ¿merece la pena?
Ventajas:
El 4K aporta mayor resolución, y por tanto, imágenes con un mayor nivel de detalle. Un contenido en 4K hará que todo lo que se vea en pantalla resalte si lo comparamos con resoluciones de menores. No es el único aspecto que influye en el nivel de detalle de la imagen, pero quizás sí el más importante.
Para nosotros, este tipo de formato es bastante interesante en algunos tipos de producciones: vídeos de producto, turísticos, hostelería y restauración... aquellos sectores donde el grado de detalle es importante al rodar una escena.
Siempre que sea viable en el proyecto y tenga sentido de cara a la difusión, trabajar en resolución 4K ya es algo natural hoy en día. Al igual que con la llegada de la alta definición, en poco tiempo está consiguiendo instalarse en nuestra manera de consumir vídeo y nos estamos acostumbrando a él.
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